Las extracciones dentales son una práctica odontológica habitual que consiste en extraer un diente de su alveolo.
Se extraen tanto la corona, que es la parte visible del diente, como las raíces. Los dientes que han erupcionado por completo suelen extraerse mediante un proceso denominado extracción simple, que consiste en utilizar herramientas especializadas para levantar o extraer el diente de su alvéolo. Los dientes que aún no han erupcionado se extraen quirúrgicamente, a menudo con el paciente bajo anestesia intravenosa para evitar molestias y traumatismos. Si es necesario, el diente extraído puede sustituirse posteriormente por un implante dental o un puente.
Las extracciones dentales suelen realizarse como último recurso cuando los dientes están demasiado dañados para salvarlos, o cuando dejar un diente en la boca causará más daño que beneficio. Existen cuatro razones principales por las que puede ser necesario extraer un diente.
- Caries dentales
- Daños en los dientes
- Absceso dental
- Desalineación o apiñamiento